Como ya se ha dicho, la agricultura urbana redefine el escenario arquetípico del corral. Pero, ¿dónde se originó? ¿Y cuántos tipos de agricultura urbana existen actualmente en el mundo?
De hecho, la agricultura urbana se originó hace miles de años. Así es, la agricultura urbana existe desde que la civilización humana construyó sus primeras ciudades, allá por el 3500 a.C. Los informes indican que en 2022 el 70% de la población mundial vivirá en ciudades. Esto explica la evolución natural de la tecnología de la agricultura urbana en todo el mundo; juntos, examinaremos las numerosas formas en que la agricultura urbana beneficia a las comunidades urbanas, así como los retos a los que se enfrenta.
Pero, en primer lugar, ¿qué tipos de agricultura urbana pueden encontrarse en la puerta de su casa, y más allá? Esta popular forma de agricultura abarca desde los muros verdes hasta los invernaderos, desde el paisajismo de calles y jardines hasta las granjas verticales, desde la plantación de bosques urbanos hasta las plantas cultivadas (y los animales) en el propio patio trasero.
En BKT, somos apasionados defensores de un "enfoque local" de la agricultura. La agricultura urbana ofrece grandes oportunidades para el emprendimiento local, dando a las pequeñas empresas de nueva creación la oportunidad de prosperar. La agricultura es uno de los mayores empleadores del mundo, y no cabe duda de que el desarrollo de la agricultura urbana aumenta considerablemente los niveles de empleo. Por lo tanto, se puede decir que una de las ventajas más significativas de la agricultura urbana es su valor económico.
No sólo eso, sino que las formas de agricultura urbana mencionadas no son necesariamente comerciales; hay muchos proyectos comunitarios que se crean sin ánimo de lucro sino con fines benéficos para ayudar a los sectores más pobres de la población. De este modo, la agricultura urbana desempeña un papel crucial en la mitigación de la pobreza, ya que conduce a fuentes locales de alimentos más accesibles y nutritivos, al tiempo que crea un grato sentimiento de conexión y camaradería en las comunidades urbanas. Por ejemplo, Social Farms & Gardens es una organización benéfica del Reino Unido que "apoya a las comunidades en la agricultura, la jardinería y la horticultura de forma conjunta", ofreciendo a la gente muchas oportunidades de participar, aprender, crecer y devolver. Iniciativas agrícolas comunitarias como ésta tienen eco en todo el mundo.
Además, la agricultura urbana es alabada por sus numerosos beneficios medioambientales. Por supuesto, dependiendo de cómo se gestionen estas explotaciones, la agricultura urbana puede ser una solución eficaz para satisfacer la demanda local de alimentos, y la eficacia equivale a la sostenibilidad medioambiental. Desde la reducción de los costes energéticos (incluidos el almacenamiento y el transporte de los productos) hasta la reducción del consumo de agua (mediante el riego sostenible y el reciclaje del agua), la agricultura urbana aboga por procesos ecológicos innovadores. Por ejemplo, las granjas verticales son un método de cultivo muy eficiente que conduce directamente a una mayor producción de alimentos. Los entornos urbanos cuidadosamente controlados permiten a los agricultores seguir el ritmo de la creciente demanda de alimentos al tiempo que protegen los cultivos de factores externos como el clima y las enfermedades.
No es ningún secreto que las zonas urbanizadas son notoriamente "poco respetuosas con el medio ambiente"; las ciudades y los pueblos están plagados de contaminación, y a medida que nos enfrentamos a la cuarta revolución industrial, es poco probable que esta situación cambie a corto plazo. Sin embargo, la agricultura urbana ofrece el contrapeso definitivo, desde plantas que liberan oxígeno a la atmósfera, compensando cualquier gas de efecto invernadero, hasta terrenos urbanos baldíos que se transforman en innovadores espacios ecológicos.
Evidentemente, las ventajas sociales, económicas y medioambientales de la agricultura urbana la convierten en una rama interesante y rentable de la industria agrícola que sigue creciendo. Sin embargo, esto no significa que la agricultura urbana esté exenta de desventajas.
Una fuente importante de preocupación son los riesgos para la salud y la seguridad asociados a la agricultura urbana. Hay que tomar medidas más estrictas para evitar la contaminación de los alimentos y el agua; como ya se ha dicho, las zonas urbanas están más expuestas a los contaminantes y a los agentes patógenos transmitidos por los alimentos. Sin embargo, las granjas urbanas de todo el mundo están tomando medidas importantes para evitar la propagación de enfermedades, garantizando la prioridad absoluta de la seguridad de los clientes.
A pesar de ello, no se puede negar que este rigor es más difícil para las explotaciones urbanas de los países en desarrollo, que disponen de menos recursos. Una crítica particular a la agricultura urbana es que, a pesar de todos los esfuerzos, no siempre es tan accesible para los pobres como se cree. Juntos, debemos dar pasos decisivos hacia la igualdad para que los productos urbanos sean accesibles a todos.