Esta legislación, que modifica la 'Directiva de Máquinas' de 2006, fue aprobada el pasado mes de junio tras un complejo proceso de negociación iniciado en 2021. Para los fabricantes de maquinaria agrícola, el Reglamento entrará en vigor el 20 de enero de 2027. Pero, ¿qué significa esto para los agricultores y contratistas que utilizan estas máquinas?
Las principales innovaciones afectan a reglas específicas dentro de las tecnologías digitales, como la inteligencia artificial y la ciberseguridad. El nuevo Reglamento europeo introduce numerosos cambios en relación con la introducción de nueva maquinaria en el mercado, pero la automatización y las nuevas tecnologías, que hasta hace poco se consideraban futuristas, también aportan importantes innovaciones.
Antes de entrar en los detalles, lo principal que debes saber es: Para garantizar una aplicación coherente entre los Estados miembros de la Unión Europea, la Comisión eligió un reglamento en lugar de una directiva como herramienta legislativa.
El Reglamento ya ha entrado en vigor, pero para los fabricantes de maquinaria agrícola solamente será vinculante a partir del 20 de enero de 2027. Por lo tanto, hasta esa fecha, la maquinaria deberá comercializarse de conformidad con la Directiva 2006/42/CE.
A diferencia del documento anterior, que requería su implementación a través de Regulaciones nacionales, el nuevo Reglamento será directamente aplicable y vinculante sin necesidad de nuevas transposiciones por parte de los estados miembros.
El objetivo es proporcionar un marco regulatorio claro y detallado que pueda satisfacer las necesidades de los sectores en continua evolución tecnológica, garantizando al mismo tiempo la uniformidad entre todos los Estados miembros de la UE.
El nuevo Reglamento introduce varios cambios que impactarán significativamente el futuro de la mecanización agrícola. En un contexto en el que estos aspectos no estaban cubiertos anteriormente por el Reglamento, ahora están surgiendo cuestiones relacionadas con la automatización y la robótica. Entre los componentes de seguridad enumerados en el Reglamento, ahora encontramos todos aquellos sistemas "con un comportamiento total o parcialmente autoevolutivo que utilizan enfoques de aprendizaje automático". Esencialmente, todos estos son elementos que, para mejorar la seguridad operativa de la maquinaria, aprovechan el potencial del aprendizaje automático (AM) y la inteligencia artificial (IA).
Quizás la introducción más significativa se refiere a las máquinas móviles autónomas, que proporcionan todas las funciones de seguridad necesarias durante el movimiento y las operaciones sin la intervención constante del operador. Estas máquinas autónomas utilizan la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. Debido a esto, se consideran de alto riesgo y deben ser certificadas por un órgano de control externo antes de ser introducidas en el mercado. Es importante destacar que los riesgos asociados a estas máquinas pueden cambiar con el tiempo debido a su comportamiento autoevolutivo; por lo tanto, diseñarlas para que funcionen con diferentes niveles de autonomía es esencial.
Para garantizar la seguridad, los robots agrícolas en el campo deben permanecer dentro de zonas predefinidas y registrar todos los datos relacionados con las decisiones tomadas, almacenándolos durante al menos un año. Los operadores deben poder intervenir en tiempo real para corregir cualquier error. El Reglamento también introduce dos nuevas definiciones: el supervisor, responsable de la supervisión de la máquina, y la supervisión, que permite el control remoto a través de un dispositivo. La máquina no puede funcionar sin supervisión activa y debe informar al supervisor de cualquier anomalía.
Además, el Reglamento tiene en cuenta la interacción hombre-máquina en el campo. Esto incluye riesgos como el estrés psicológico relacionado con compartir un espacio de trabajo con robots. Los fabricantes deben adaptar sus máquinas para que se comuniquen con los operarios de forma comprensible, tanto verbal como no verbalmente. Los robots también deben estar equipados con dispositivos para detectar siempre a las personas y los obstáculos, incluso durante los movimientos no operativos.
El Reglamento también aborda nuevos conceptos, como la atención a la interacción persona-máquina en el campo, teniendo en cuenta los riesgos y el estrés psicológico asociados con el espacio de trabajo compartido. De acuerdo con las disposiciones, los fabricantes deben adaptar sus máquinas para que se comuniquen de manera efectiva con las personas verbalmente y mediante gestos o expresiones, así como proporcionar explicaciones comprensibles de las acciones planificadas. Además, las máquinas móviles deben estar equipadas con dispositivos de detección de personas y obstáculos, que estén siempre activos tanto durante las actividades operativas y los movimientos no operativos, como durante el regreso a la estación de carga o de estacionamiento.
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